sábado, 29 de agosto de 2009

Ataque cerebral



Ataque cerebral


¿Cuál es la causa de un ataque cerebral?
El ataque cerebral es una enfermedad que afecta los vasos sanguíneos que irrigan sangre al cerebro.
Se produce cuando un vaso sanguíneo que transporta oxígeno y nutrientes al cerebro estalla (ataque hemorrágico al cerebro) o está obstruido por un coágulo u otra masa (ataque isquémico al cerebro). Cuando ocurre una ruptura o una obstrucción, algunas partes del cerebro no reciben la sangre y el oxígeno que necesitan. Sin oxígeno, las neuronas del área afectada del cerebro no pueden funcionar adecuadamente y mueren en pocos minutos (por lo general de 3 a 4 minutos). Cuando las neuronas no funcionan, la parte del cuerpo que controlan tampoco funciona. Los efectos devastadores de un ataque cerebral grave con frecuencia son permanentes porque las neuronas muertas no se reemplazan.
Existen dos tipos de ataque cerebral: Uno, el ataque isquémico al cerebro, es causado por la obstrucción de un vaso sanguíneo, mientras que el otro, el ataque cerebral hemorrágico, es provocado por sangrado. Los ataques cerebrales sangrantes tienen un índice de mortalidad mucho más alto que los causados por coágulos.
¿Qué es un ataque isquémico al cerebro?
Es el tipo más común de ataque cerebral. Representa, aproximadamente, el 87 por ciento de todos los ataques cerebrales. Se produce cuando se forma un coágulo (trombo) y obstruye el flujo sanguíneo en una arteria que transporta sangre a parte del cerebro. Los coágulos generalmente se forman en las arterias dañadas por la acumulación de grasa, llamada aterosclerosis.
Cuando un coágulo se forma dentro de una arteria del cerebro, se llama ataque cerebral trombótico. Con frecuencia, estos ataques ocurren por la noche o en las primeras horas de la mañana. Otra características distintiva es que con frecuencia están precedidos por un ataque isquémico transitorio al cerebro. A esto también se le llama AIT o "ataque cerebral de advertencia". El AIT tiene los mismos síntomas de un ataque cerebral pero sólo duran algunos minutos. Los síntomas del ataque cerebral duran mucho más y con frecuencia son permanentes. Si alguien experimenta un AIT, debe buscar atención médica urgente en forma inmediata.
¿Qué es una embolia cerebral?
Un coágulo que viaja (émbolo) u otra partícula que se forma lejos del cerebro, generalmente en el corazón, también podría causar un ataque isquémico al cerebro. A esto se le llama embolia cerebral. El coágulo viaja por el torrente sanguíneo hasta que se aloja en una arteria del cerebro o que conduce al cerebro y obstruye el flujo de sangre.
La causa más común de estos émbolos son los coágulos que se forman durante la fibrilación auricular (FA). La fibrilación auricular es un trastorno presente en cerca de 2.2 millones de personas en los Estados Unidos. Es responsable de entre 15 a 20 por ciento de todos los ataques al cerebro. En la fibrilación articular, las dos cavidades superiores del corazón (las aurículas) tiemblan como un plato de gelatina en lugar de latir con fuerza y efectividad. Parte de la sangre no se expulsa completamente fuera de ellas cuando late el corazón, por lo que se acumula y se pueden formar coágulos. Cuando un coágulo entra en circulación y se aloja en una arteria estrecha del cerebro, se produce un ataque cerebral. A esto se le llama ataque cardioembólico al cerebro, es decir, un ataque cerebral que se produce debido a un problema cardiaco.
¿Qué es un ataque hemorrágico al cerebro?
Hay dos tipos de hemorragias cerebrales: hemorragia subaracnoidea y hemorragia intracerebral. Una hemorragia subaracnoidea se produce cuando un vaso sanguíneo de la superficie del cerebro se rompe y sangra en el espacio entre el cerebro y el cráneo (pero no en el cerebro mismo).
La hemorragia cerebral ocurre cuando una arteria enferma (por lo general una muy pequeña) en el cerebro estalla e inunda de sangre el tejido circundante.
La hemorragia (o sangrado) de una arteria en el cerebro puede ser causada por la ruptura de un pequeño vaso sanguíneo o de un aneurisma. Los aneurismas son bolsas llenas de sangre que se hinchan y sobresalen en áreas débiles de las paredes arteriales. Con frecuencia son causados por la presión arterial alta o empeoran con ésta. Los aneurismas no siempre son peligrosos, pero si un aneurisma estalla en el cerebro provoca un ataque hemorrágico al cerebro.
Cuando ocurre una hemorragia intracerebral, hay una pérdida de irrigación sanguínea constante y las células cerebrales dejan de funcionar. La sangre acumulada de la arteria estallada también puede ejercer presión sobre el tejido cerebral circundante e interferir con el funcionamiento del cerebro. En consecuencia, puede haber síntomas graves o leves, según la cantidad de presión.
La cantidad de sangrado determina la gravedad de las hemorragias intracerebrales. En muchos casos, las personas con hemorragia intracerebral mueren debido al aumento de la presión en el cerebro. Sin embargo, quienes sobreviven se recuperan mucho más que aquellos que sufrieron ataques cerebrales causados por un coágulo. Esto se debe a que cuando se obstruye un vaso sanguíneo, parte del cerebro muere y no se regenera, es decir, las neuronas no se pueden reemplazar. Sin embargo, cuando estalla un vaso sanguíneo del cerebro, la presión de la sangre comprime parte del cerebro. Si la persona sobrevive, la presión desaparece gradualmente. Entonces, el cerebro podría recuperar parte de su función anterior.

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